Via Crucis
Séptima estación
Largo es el camino y lento,
y el Cireneo se rinde.
Él se ha trazado una linde
en su oscuro pensamiento.
Mientras disputa violento,
deja que la cruz se hunda
total, maciza, profunda,
sobre aquel único hombro.
Y como un humano escombro
cae Jesús, por vez segunda.
¿Otra vez, Señor, en tierra,
abrazado a tu estandarte?.
Ese insistente postrarte
¿qué oculto sentido encierra?.
Mas ya te entiendo. En la guerra
por Ti luchando, transido
caeré en tierra malherido,
¿y no he de alzarme ya más?.
Yo sé que Tú me darás
la mano, si te la pido.
La il·lustració és d'Alberto Godoy.
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