27.9.08

El bosque del deseo: interessant article de poesia infantil

Hem llegit un article molt interessant que volem compartir amb tots vosaltres. L'article apareix a La Opinión de Murcia, sota el títol El bosque del deseo l'escriptor i poeta murcià Pedro José García Gambín ens parla de la poesia infantil, de la seua relació amb els xiquets i la poesia, de la necessitat d'enlairar els versos entre els xiquets i joves.

Un article que ens porta a reflexionar sobre la necessitat d'introduir la poesia des de ben menudets i no abandonar-la mai. Us invite a llegir-lo, doncs hem copiat l'article sencer:
El bosque del deseo (Pedro José García Gambín)
A los libros se va como a los bosques", leo hace poco un verso de Sebastián Mondéjar. Tras sus palabras, me adentro entre los árboles, como si tirase del hilo de Ariadna para perderme, o para encontrarme, en el laberinto profundo y espeso de los secretos bien guardados, y bien escritos.

Soy un apasionado lector de poesía. Desde hace algunos años, tengo la enorme suerte de poder compartir mis lecturas con las de otras personas muy especiales, los niños. A través de clubs, foros, talleres, recitales, las palabras se leen, se cantan, se sienten, se gritan, se pintan o se rechazan. La literatura y la vida están hechas para ser compartidas. En mis encuentros con los niños los poemas se desgranan en olores, sabores, sonidos e imágenes, sensaciones de donde nacen nuevas palabras, y eso tal vez, es lo más auténtico que podemos ofrecerle a los demás, nuestra propia palabra.

Compartir una lectura es compartir ideas y sentimientos. Hablamos de confrontación, de emociones, de apertura, de conciencia crítica. Compartir un ovillo con cuyo huso se va tejiendo la sociedad en que vivimos.

Solo desde la libertad del deseo hacía una lectura determinada, los libros pueden hacernos disfrutar, y en el ejercicio de ese deseo, acompañarnos en la comprensión de nosotros mismos y de los demás. La fantasía, aunque a veces sea compleja, casi nunca es irreal. A veces, funciona como un espejo, y a veces, contiene claves que nos permiten entrar a lugares prohibidos.

Hace poco, un amigo poeta me escribía una carta en la que me hablaba de la importancia de la poesía en el mundo infantil, concluía exclamando ¡Ni un niño sin poesía! Me contaba que las personas que nos acercamos a los niños a través de la literatura, tenemos la obligación de ofrecerles la posibilidad de acceder al lenguaje poético. "Es una opción que muchas personas de nuestra generación no tuvimos, y los niños nos lo agradecerán con el paso del tiempo", decía. Otro autor de reconocido prestigio, Emili Teixidor, dice en su libro 'La lectura y la vida', que los libros menos vendidos y los más necesarios son los de poesía, y que a veces, se confunde lectura con novela, distracción, formación ... sin pensar en lo que es en primer lugar la literatura: lenguaje.

Según mi propia experiencia a los niños les gusta la poesía, para ellos es como un juego, y en realidad lo es, un juego del lenguaje. La sonoridad de las palabras, su ritmo, su juego de significados, la no existencia de reglas, son también elementos comunes en el mundo de los juegos infantiles. Envueltos en la música del verso, la libertad de interpretación del texto exige, por otro lado, una interacción del lector, y en esa interacción, según el autor antes citado, se produce "una asociación con nuevas palabras, que son el material con que el lector ordenará su vida".

En el poema danzan las palabras y los silencios, la mirada y el intelecto. Pero hay personas maravillosas e inteligentes a las que no les atrae la poesía. Vivimos en una sociedad que se mueve de forma global, y como tal se representa en el arte, en la literatura. El verbo leer, cuando no lleva implícito en su significado otros vocablos como deseo o búsqueda, está vacío, es una palabra sin alma. Existen muchas maneras diferentes de sentir y de entregarse a los sentimientos, así como formas de dejarse seducir.

Como dijo Heidegger, "quien quiera respuestas que guarde silencio, quien busque preguntas que lea poesía".

La lectura debe realizarse como elección personal y voluntaria. Es un aspecto más del proceso libre e individual de la formación de la persona, desde su más amplía intimidad.

Compartir la intimidad es un acto de deseo, de libertad. Se trata de una conversación, un diálogo paralelo a la experiencia, a la vida.

Al intentar sistematizar o institucionalizar la enseñanza de la lectura, si es que ésta, entendida desde un modo literario, no técnico, puede ser susceptible de ello, hay que andarse con cautela, pues puede llevar a la obstaculización de la libertad del lector, al aglutinamiento de palabras vacías, y no al diálogo.

Volvamos al verso de Sebastián Mondéjar. Volvamos al bosque primigenio de la vida, a la palabra certera, al canto antiguo de la luz al amanecer en la garganta.

Encuentra tus palabras para descubrir tus propias preguntas, estarán hechas para ti, te harán viajar y crecer, adentrarte en tu propio abismo y conocerte, para después conocer el mundo, o viceversa. Así pues, sé libre leyendo frases, cuentos, versos, lo que te nazca: búscate.

Sé, por ti mismo, créate: adéntrate sin miedo en el bosque del deseo.


La il·lustració és de Quentin Blake.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Gracias por la recomendación. He imprimido el artículo y lo voy a pasar al resto de maestros del colegio. Reflexiones como estas te ayudan a ver la luz entre tanta literatura. Un gran saludo desde Murcia.
Jimena Escudo