Mai estem contents: quan fa molt de fred pensem en la calor de l'estiu i ara sols busquem la frescor de l'hivern. I així a mi m'han vingut al pensament els pingüins. Com passen ells la calor? Xuclen polos de llimona? Sota quin arbre és refresquen? Es lleven el smoquing i es fiquen calçotets d'estiu? ...? Rememorem la frecor de la poesia de l'hivern amb aquest preciós poema de Pablo Neruda.
La il·lustració és de Zapallo Zoom.
Pingüino(Spheniscus Magellanicus)
NI bobo ni niño ni negro
ni blanco sino vertical
y una inoncencia interrogante
vestida de noche y de nieve.
Ríe la madre al marinero,
el pescador al astronauta,
pero no ríe el niño niño
cuando mira al pájaro niño
y del océano en desorden
inmaculado pasajero
emerge de luto nevado.
Fui yo sin duda el niño pájaro
allá en los fríos archipiélagos:
cuando él me miró con sus ojos,
con los viejos ojos del mar:
no eran brazos y no eran alas,
eran pequeños remos duros
los que llevaba en sus costados:
tenía la edad de la sal,
la edad del agua en movimiento
y me miró desde su edad:
desde entonces sé que no existo,
que soy un gusano en la arena.
Las razones de mi respeto
se mantuvieron en la arena:
aquel pájaro religioso
no necesitaba volar,
no necesitaba cantar
y aunque su forma era visible
sangraba sal su alma salvaje
como si hubieran cercenado
una vena del mar amargo.
Pingüino, estático viajero,
sacerdote lento del frío:
saludo tu sal vertical
y envidio tu orgullo emplumado.
La il·lustració és de Zapallo Zoom.
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