Levanta el sol su luz de blanca cuna,
y joven, de la aurora va surgiendo
lozano y a las sombras persiguiendo,
atado con el día a la Fortuna.
Las horas, lentamente, una a una,
ansioso hacia el cenit va consumiendo.
Las puertas del ocaso resistiendo
le esperan tras el monte en tumba bruna.
Si larga la mañana, lenta y verde,
¡qué presto el declinar hacia la sierra!
Si alegre fue subir, ¡cómo ahora muerde
del tiempo el corazón! La luz se aferra
al último rincón y al fin se pierde
lo mismo que el humano hacia la tierra.
La il·lustració és de Nachan.
1 comentari:
Que gran poema!
Luis, pseudopoeta y lector empedernido de este blog
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