Si hi ha una fruita típica de València i de l'arc mediterrani és la taronja. Per la seua forma i color, les taronges sembles xicotets sols vegetals, fiquen alegria en punts de color a l'horta valenciana. Però... millor llegiu el poema de Mahmud Darwix:
Naranja
(Mahmud Darwix)
Naranja, el sol se adentra en el mar
y la naranja es candil de agua en árboles fríos.
Naranja, el sol pare al niño dios del ocaso
y la naranja, una de sus doncellas, contempla al desconocido.
Naranja, el sol vierte su jugo en la boca del mar
y la naranja teme la boca del hambriento.
Naranja, el sol se adentra en el turno de la eternidad
y la naranja goza de la loa de su asesino:
Fruta como semilla del sol,
se pela con la mano y la boca, de sabor ronco,
de perfume locuaz, de jugo borracho...
Su color es único,
se lo presta al sol durmiente.
Su color es su sabor: agridulce,
rico en energía de luz y vitamina C.
¡No peligra la poesía
si balbucea, o porque yerre
magníficamente en los símiles!
La il·lustració és de Vito Cano.
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