1.4.21

Nocturno, poema de Gabriela Mistral per a Dijous Sant

 


Nocturno

(Gabriela Mistral)

Padre Nuestro, que estás en los cielos,
¡por qué te has olvidado de mí!
Te acordaste del fruto en febrero,
al llagarse su pulpa rubí.
¡Llevo abierto también mi costado,
y no quieres mirar hacia mí!

Te acordaste del negro racimo,
y lo diste al lagar carmesí;
y aventaste las hojas del álamo,
con tu aliento, en el aire sutil.
¡Y en el ancho lagar de la muerte
aun no quieres mi pecho oprimir!

Caminando vi abrir las violetas;
el falerno del viento bebí,
y he bajado, amarillos, mis párpados,
por no ver más enero ni abril.

Y he apretado la boca, anegada
de la estrofa que no he de exprimir.
¡Has herido la nube de otoño
y quieres volverte hacia mí!

Me vendió el que besó mi mejilla;
me negó por la túnica ruin.
Yo en mis versos el rostro con sangre,
como Tú sobre el paño, le di,
y en mi noche del Huerto, me han sido
Juan cobarde y el Ángel hostil.

Ha venido el cansancio infinito
a clavarse en mis ojos, al fin:
el cansancio del día que muere
y el del alba que debe venir;
¡el cansancio del cielo de estaño
y el cansancio del cielo de añil!

Ahora suelto la mártir sandalia
y las trenzas pidiendo dormir.
Y perdida en la noche, levanto
el clamor aprendido deTi:
¡Padre Nuestro, que estás en los cielos,
por qué te has olvidado de mí!

La il·lustració és d'Yohey Horishita.

1 comentari:

Joan Josep Roca Labèrnia ha dit...


En Jesús prega i demana

I Jesús, de rabadà,
preparant el gran sopar.
És la darrera menjada
amb traïdor i aprenents,
de bon pa, el vi d’aquells
que un espera trobar a casa.
Ell bé sap com la fortuna
el portarà a la creu,
de bon grat, aniran a una
els savis i fariseus.
Ha estat mala jugada
el canviar tan vella llei,
un Jove de dolça cara
mai ha estat un bon remei.
En Jesús prega i demana
una força que no ha,
el seu Pare és més enllà,
el dolor és dels que mata.
Mai, una nit serà més trista
ni un matí més anguniós,
el camí és pedregós,
la desfeta, amanida.