25.11.21

Un crit de poesia contra la violència de gènere / Un grito de poesía contra la violencia de género

 


A esta hora
serás la muchacha ejemplar y enamorada
a quien engañan y maltratan
todos los hijos de puta de la tierra
lo cual no tiene la menor importancia
ellos siempre regresan
compungidos
a tus faldas
solícitos
con la cara lavada
con la excusa de siempre
con la eterna cantata
yo te perdono
yo te prometo
yo te lo juro
mi ego te besa
al final de la escena
hasta el perro es feliz.



La poesia s'alça crit per donar veu a tantes dones silenciades, torturades, violades, maltractades, menyspreades, invisibilitzades... Un crit fort, tots i totes junts per dir "PROU, ESTEM CONTRA LA VIOLÈNCIA DE GÈNERE", ni una menys, Prou de masclisme, de dur patriarcat. Junts, socialment, ho podem aturar. Si. Dia a dia. Perquè ens volem vives i alegres. Necessitem eixe crit de la poesia que ens acompanye contra esta xacra social. 
 



Plantar sobre la terra
els peus.
Ja no tenir por.
Sentir com puja la saba;
amunt, amunt.
Crèixer com un arbre. A la seva ombra
aixoplugat algú que
també se sent sol, sola
com tu, com jo.

(Montserrat Abelló
 




Hibernar en la estación del miedo
(Julia Navas Moreno)

Caminar por los pasillos de puntillas.
Perder la voz, la risa, la elocuencia;
las ganas de pintarte los labios
y desafiar tu mirada frente al espejo.

Temes las puertas sin cerrojo y
su aliento en tu nuca;
los silencios que preceden
a la ira desatada;
sus labios finos y apretados
antes de sentir garras en tus muñecas
mientras susurra:
¿Por qué me haces esto?

Después,
la humillación, el golpe,
el suelo frío en tu mejilla,
la ropa arrancada,
la desnudez del alma,
el llanto agotado en la sequía…

Sueñas con la soledad de tu cama
y tanteas, desde tu ínfima esquina,
para comprobar la tersura
de la sábana al otro lado.
Buscas en un mapa imaginario
el punto más lejano
a sabiendas que, aun ligera de equipaje,
no habrá distancia ni techo seguro.
Entonces,
te haces un ovillo e hibernas.

Sueñas con su caída
es los malditos infiernos.
Despiertas.

No respiras, no sugieres, no opinas.
No paseas, no saludas, no miras.

Y te mueres de frío poco a poco
entre paredes de hielo polar.

Les il·lustracions són de Carine Bouvard.