Nosotros esperamos 
envueltos por las hojas doradas. 
El   mundo no acaba en el atardecer, 
y solamente los sueños 
tienen su límite   en las cosas. 
El tiempo nos conduce 
por su laberinto de hojas en blanco 
mientras cae el otoño 
al patio de nuestra casa. 
Envueltos por la   niebla incesante 
seguimos esperando: 
La nostalgia es vivir sin recordar 
de qué palabra fuimos inventados.
La il·lustració és d'Aga Adamska.

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