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Los armarios de la luna
ya no se pueden cerrar
por tantos trajes que guarda,
nunca repite su ajuar.
-Si no volverás a usarlos
¿por qué no me regalás
aquél vestido celeste
que usaste en el olivar?
Casi le gritó indignada,
una sirena del mar.
-Imposible queridita,
tengo la exclusividad,
mis modistas son dos musas
que me vienen a probar
en noches de luna llena
los modelos a estrenar.
-Vos serás luna lunera
y yo sirena del mar,
por más que vistas encajes
mi cola nunca tendrás,
más plateada en luna nueva
que toda tu enorme faz.
Y allí se fue altanera,
la sirena con mantilla,
la luna desde su silla
la contempló envidiosa.
-¡Qué bien combina el plateado
con esa mantilla rosa!
Los armarios de la luna
ya no se pueden cerrar
por tantos trajes que guarda,
nunca repite su ajuar.
-Si no volverás a usarlos
¿por qué no me regalás
aquél vestido celeste
que usaste en el olivar?
Casi le gritó indignada,
una sirena del mar.
-Imposible queridita,
tengo la exclusividad,
mis modistas son dos musas
que me vienen a probar
en noches de luna llena
los modelos a estrenar.
-Vos serás luna lunera
y yo sirena del mar,
por más que vistas encajes
mi cola nunca tendrás,
más plateada en luna nueva
que toda tu enorme faz.
Y allí se fue altanera,
la sirena con mantilla,
la luna desde su silla
la contempló envidiosa.
-¡Qué bien combina el plateado
con esa mantilla rosa!

Les il·lustracions són de Laura Medei.
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