Ja sabeu els lectors i lectores d'aquest blog que ens agraden molt les il·lustracions que els artistes fan, especialment, basant-se en la poesia -més encara quan la pròpia il·lustració està plena de poesia en si mateix-. Us fiquem un exemple concret: Nerina Canzi ha realitzat la il·lustració que encapçala aquest post basant-se en el poema d'Elsa Bornemann, Casita de papel. Ho compartim amb tots vosaltres perquè estic segura que us encantarà i als lectors/es menudets més encara.
Obrim la porta i entrem a la casa de la poesia...
Casita de papel
(Elsa Bornemann)
La casita de los versos
es de papel y chiquita,
pero allí cabe de todo
lo que uno necesita
... en sus siete habitaciones
con sus siete ventanitas:
En una hay sueños violetas,
hay en la otra, sonrisas;
en la tercera, un gigante
bien dibujado con tiza
que guarda hermosas palabras
debajo de la camisa...
En la cuarta habitación
un cofre con musiquitas;
en la quinta, dos espejos
para ver cosas bonitas...
(por uno se ven los pájaros
y por el otro, estrellitas...).
En la sexta habitación
cubre paredes y suelo,
un jardín de tulipanes
con césped de terciopelo
y escalera-caracol
para ir a bailar al cielo.
En la séptima hay dos lunas
en el fondo de un baúl:
una huele a azúcar tibia,
la otra a perfume azul...
una usa hebillas de oro,
la otra moños de tul.
¡Ay! ¡Qué casa primorosa,
de papel y tan chiquita!
pero... . ¿han visto?, cabe todo
lo que uno necesita
en sus siete habitaciones
con sus siete ventanitas.
es de papel y chiquita,
pero allí cabe de todo
lo que uno necesita
... en sus siete habitaciones
con sus siete ventanitas:
En una hay sueños violetas,
hay en la otra, sonrisas;
en la tercera, un gigante
bien dibujado con tiza
que guarda hermosas palabras
debajo de la camisa...
En la cuarta habitación
un cofre con musiquitas;
en la quinta, dos espejos
para ver cosas bonitas...
(por uno se ven los pájaros
y por el otro, estrellitas...).
En la sexta habitación
cubre paredes y suelo,
un jardín de tulipanes
con césped de terciopelo
y escalera-caracol
para ir a bailar al cielo.
En la séptima hay dos lunas
en el fondo de un baúl:
una huele a azúcar tibia,
la otra a perfume azul...
una usa hebillas de oro,
la otra moños de tul.
¡Ay! ¡Qué casa primorosa,
de papel y tan chiquita!
pero... . ¿han visto?, cabe todo
lo que uno necesita
en sus siete habitaciones
con sus siete ventanitas.