La pintura i la poesia van de vegades de la mà. Un quadre pot inspirar un poema o un poema pot inspirar la creació d'una pintura. Això és el que passa amb el poema de Juan Ramón Brotons (dins del llibre Cada cuadro con su cuento, editat per Anaya Infantil y Juvenil) en que es crea un poema basant-se en la pintura de Giuseppe Arcimboldo, Retrat de Rodolfo II en vestit de Vertumno, finalitzat cap a 1590, el més famós dels caps compostos a partir de vegetals. L'artista italià va recrear el sobirà del Sacre Imperi com a Vertumno, déu de la mitologia etrusca i romana associat al canvi ia l'abundància de la Natura.
Original la pintura i el poema.
El retrato del emperador
(Juan Ramón Brotons)
Con frutas, verduras y flores
pintaba Arcimboldo emperadores.
No nevcesitaba mirar al modelo,
prefería un buen futero.
Con peras y manzanas
iba haciendo las caras.
Para la frente despejada
una gran flor bastaba.
Las mejillas sonrosadas
salían con dos manzanas.
Con una pera hacía la nariz
y para la oreja una mazorca de maíz.
Ojos, párpados y cejas
con espigas, guisantes y frambuesas.
Con dos pepinillos
hacía los bigotillos.
Manzanas, ramilletes y castañas
le onían barbas bien extrañas.
Para el pelo y las melenas
espigas y uvas por docenas.
Aunque parezca mentira el cuello y la garganta
con cebollas, pepinos y nabos no se atragantan.
Sin camisa el pecho
con una calabaza está hecho.
La capa de flores, alcachofas y espigas
es una capa que da mofa y no abriga.
Pero el retrato está hecho,
no parece contrahecho
y Arcimboldo está satisfecho.
La pintura és d'Arcimboldo. S'atrevirieu a fer vosaltres un poemeta d'alguna de les pintures vegetals d'aquest singular artista?
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