La tecnología carece de autoestima:
hierve con las preguntas,
le inquietan las señales
un par de ventanas más al norte.
Igual tu nombre, que borra las vocales
y no impide el divorcio de nuestras maletas.
Una estación, aperitivo, cinco días.
Con las muñecas rotas
te estoy diciendo adiós.
Hola. es un poema muy sentido... es verdad que la tecnología es siempre 'fría'. Seguimos en contacto
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