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9.3.12

Cancionero general del franquismo: 1939-1975, de Manuel Vázquez Montalbán


Les cançons acaben formant part de la cultura popular i la memòria col·lectiva, s'integren dins de la història i formen part d'ella.  En Cancionero general de franquismo: 1939 - 1975, de Manuel Vázquez Montalbán, publicat per Crítica, podem llegir l'interessant inventari i l'analisi que ens fa l'autor. Cançons molt conegudes i algunes d'elles de plena actualitat. Cançons que,  a més, ens serveixen per donar testimoni a tota una època.

Busco un piso (fox)
(Alberto Brull)

Les pido caridad con mi persona,
procúrenme algún piso, por favor,
no importa que le falte el «No funciona»,
lo cual quiere decir el ascensor,
pues ya ha surgido en mi alma torturada,
tras tanto cavilar, la duda cruel
de si estará actualmente ya alquilada
incluso la casita de papel.
Busco un piso
que esté por alquilar,
busco un piso
y lo he de hallar.
No me miren como a un loco
si bien ya me falta poco
para estarlo de verdad.
Busco un piso
hace una eternidad,
busco un piso
con ansiedad,
subo y bajo y me sofoco,
no lo encuentro ni hoy tampoco.
¡Ni que fuera un taxi! ¡Qué barbaridad!
Hoy tengo un gasto extraordinario
por culpa del hotel,
claro que duermo en un armario
mientras otros lo han de hacer debajo de él.

Fiquem un altre exemple, en aquest cas amb molt d'humor:
Raska yu
(P. Bonet de San Pedro)

Raska yu, cuando mueras qué harás tú. 
Raska yu, cuando mueras qué harás tú. 
Tú serás un cadáver nada más. 
Raska yu, cuando mueras quéharás tú.
Oigan la historia que contome un día el viejo enterrador de la comarca; 
era un viejo al que la suerte impía su rico bien arrebató la parca. 
Todas las noches iba al cementerio a visitar la tumba 
de su hermosa y la gente murmuraba con misterio: 
es un muerto escapado de la fosa.
Raska yu, cuando mueras qué harás tú (etc.)
Hizo amistad con muchos esqueletos
que salían bailando la sardana
y mezclando sus voces de ultratumba
con el croado de alguna rana.
Los pobrecitos iban mal vestidos
con sábanas que apdok había robado,
y el guardián se decía con recelo:
estos muertos se me han revolucionado.
Si no es bastante tétrica la historia
los fuegos fatuos se meten en el lío,
armando con sus luces tenebrosas un cacao de padre y muy señor mío.
Raska yu (etc.)

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