Canción de Brujería
Señor compañero, Señor de la noche,
haz que vuelva su rostro
quien no quiso mirarme.
Que sus ojos me busquen
sostenidos y azules
por detrás de la barra.
Que pregunte mi nombre
y se acerque despacio
a pedirme tabaco.
Si prefiere quedarse,
haz que todos se vayan
y este bar se despueble
para dejarnos solos
con la canción más lenta.
Si decide marcharse,
que la luna disponga
su luz en nuestro beso
y que las calles sepan
también dejarnos solos.
Señor compañero, Señor de la noche,
haz que no cante el gallo
sobre los edificios,
que se retrase el día
y que duren tus sombras
el tiempo necesario.
El tiempo que ella tarde en decidirse.
La il·lustració és d'Alberto Ruggieri.
Salvia este poema es precioso, como tantos otros de García Montero. Por cierto, estuve en Novadors y me encantó tu intervención. Gracias.
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