por las calles de la aldea
para ayudar a los chicos
a jugar con las cometas.
La fuente los ve pasar
con sus ojos de agua fresca,
su surtidor argentado
su piel ondulante y tierna.
Las flores en los jardines
van alzando sus cabezas
para anunciar a las aves
que llegó la primavera.
En un rincón de la plaza
las palmas se desperezan
y empiezan a abanicarse
con sus hojas entreabiertas.
En el parque las muchachas
estrenan trajes de seda,
y compiten con las aves
por la miel de las abejas,
antes de que el sol se canse
y se marche de la fiesta
llevándose en su carroza
las flores de primavera.
La il·lustració és de Tran Nguyen.
Un poema precioso, en el que hay que ayudar a los niños a comprender los significados. Solamente así podrán ver su belleza.
ResponEliminaEstoy totalmente de acuerdo contigo, Isabel. A veces unas pinzeladas, unas palabras... nos hacen descubrir nuestro entorno, ese que está ahí pero que pasa desapercibido.
ResponEliminaBesadetes