Al pájaro carpintero
se le ha perdido el martillo
(dice que se lo llevó
el famoso Pepe grillo).
Al pájaro carpintero
le quitaron la escofina
(y supone que la tiene
una vieja hada madrina).
Al pájaro carpintero
se le ha esfumado el serrucho
(justo a él que lo precisa
día
y noche, tanto y mucho).
Sin útiles ni herramientas
se lamenta nuestro alado:
“Ojalá yo hubiera sido
periodista o abogado”.
Sospecha que sin trabajo
más largos se harán sus días
(tendrá que encontrar empleo
en otra carpintería).
Lee en los clasificados
que buscan un ayudante
(y allá vuela decidido
a conquistar la vacante).
El pájaro carpintero
asiste ahora gustoso
a Gepeto, el creador
de un muñeco mentiroso.
La il·lustració és de Dawn Beacon.
No sé qui és Gabriela Vidal, però aquest poema m'ha semblat molt bonic i fantàstic per introduir els oficis. Felicitats a l'autora.
ResponEliminaBesadetes,
M. Roser
Jo tampoc la conec, però em sebla molt bó aquest poemeta.
ResponEliminaBesadetes