La pobre jirafa
se muere de frío,
pues llegó el invierno
y no tiene abrigo,
ni tiene bufanda,
por eso se arrima
tanto al oso panda.
¡Qué suave que estás!
¡Qué calorcito me das!
La mamá jirafa
llama a su vecina,
que es la oveja Fina.
¿No podrías darme
un poco de lana?
Pues te la daré...
si me da la gana.
¡Anda, Fina!
¡Por algo eres mi vecina!
Arráncame tú un mechón
pero con mucho cuidado,
no me hagas un chichón.
Y ahora ¿quién podrá ayudarme
a hacer una bufanda tan grande?
Buscaré a la araña, que sabe tejer
con las manos y los pies.
Y así, con ayuda
y con mucha calma,
la mamá jirafa
hizo la bufanda,
y a su hijita, con cariño,
se la regaló
y no puedes imaginarte
la alegría que le dio.
¡Ay, que calorcito
que siento en mi cuello!
Y se fue a dormir
porque le entró sueño.
La il·lustració és de Tricia Marshall.
Una bufanda per a la girafa, unes orelleres per als conills, un guants per als cangurs...tots els animalons ben calents. Un gracios poema. Lidia Juan:)
ResponEliminaQue lindo poema. Un abrazo transatlántico.
ResponEliminaJimena Humeria Cuña
Guadalajara, Mexico
hola
ResponEliminame encanta el poema
de la jirafa
pobre jirafa me da pena tiene mucho
frio
Hola Sol, el poemita es fantástico. Es verdad que la pequeña jirafa crea un sentimiento de cariño.
ResponEliminaGracias por tu comentario.
Besadetes
Un mimito ben tendre a la girafa fredolica i a la seva "mama", que li ha donat vida.
ResponEliminaSi, si, "mimitos y achuchones" para darle calor (je, je, je)
ResponEliminaBesadetes, Núria.
Muy tierno el poema, muy calentito y suave como la lana de la oveja. Ideal para que suene como música en las orejitas de los niños pequeños!
ResponEliminaUna descripción perfecta del poema, Susana. Me alegro que te guste.
ResponEliminaBesadetes