He jugado a ser ciego
En esta Nochebuena
he jugado a ser ciego
por las calles ingenuas
de una ciudad de cuento.
*
Algodones de loto
desinfectan mi miedo.
Y, al batir de sus alas,
me levantan en vuelo.
*
Me perdí entre la gente.
Olí a sudor, a pueblo,
mecido por sus risas,
besado por su aliento.
*
¡Cómo se divertían
sus infantiles dedos
con la cometa torpe,
traviesa, de mi cuerpo!
*
Gorjean villancicos
unos niños, de lejos.
Y el ángel de su guarda
le da, le da al pandero.
*
Me condujo hasta el parque,
a la fuente, al espliego.
¡Qué perfume de nanas
en el agua, en el viento!
*
Huele a sidra y a churros,
a chocolate, a sueño:
me dormía en la iglesia
entre plumas de incienso,
junto al vaho de musgo
junto al vaho de musgo
de un belén boquiabierto.
*
Pero el Niño tirita
en las velas. Misterio:
se cansó de ser barro,
se cansó de ser barro,
se aburrió de ser yeso,
y se sube a las lomas
de los próximos cerros.
*
Un Sol amanecido
Un Sol amanecido
incendia mis cabellos. ¡
Y rosales de aura
florecen por mi cuerpo!
(Nicolás de la Carrera)
(Nicolás de la Carrera)
Diferente y original. Me gustan los poemas que pones en este blog. Felicitaciones por el trabajo que realizais desde la biblioteca pública. Juani López, Coslada (Madrid)
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